Futuras tendencias en los implantes dentales

Las ciencia aplicada a la medicina se basa en la eterna búsqueda de dispositivos, maquinaria especializada y procesos que realicen curaciones de forma efectiva, con menor tiempo de recuperación, menos dolor, además de aproximarse cada vez más a la apariencia y funciones naturales de cualquier parte de nuestro cuerpo, al crear prótesis y elementos sustitutos.

Referente a los cuidados dentales, los avances actuales virtualmente logran el objetivo, al ser capaces de recuperar la forma y apoyo estructural de nuestra dentadura con implantes, hechos para integrarse con el resto de las piezas que aún se encuentran en buen estado.

Como un paso más hacia la creación de implantes perfectos, se toman las imágenes de tomografías computarizadas que superan las placas de rayos X, al poder recrear imágenes tridimensionales incluyendo los dientes, los tejidos blandos, terminaciones nerviosas y maxilar. Como suplemento, se toman también fotografías del rostro del paciente y las impresiones dentales de la mordida del paciente; con esta nueva metodología se pasa a un ambiente de mayor precisión, por medio de técnicas digitales.

Siendo una aplicación de vanguardia, los equipos especializados que se utilizan para la creación de implantes apoyados con esta tecnología están en proceso de adaptarse en modelos más prácticos, que estarán utilizando variantes de los actuales equipos de tomografía computarizada en haz de cono (CBCT - Cone Beam Computed Tomography).

Contando con información precisa, que puede traducirse a coordenadas precisas interpretables por lenguaje máquina CAM o formato CAD, donde se identifican los dientes adyacentes estables. En el caso de que algún implante se coloque con mangas guía, se puede utilizar un medidor de estabilidad de implante como el Ostell ISQ meter, que es otro ejemplo más de como la tecnología facilita los tratamientos.

La riqueza de información obtenida al combinar imágenes y recreaciones digitales del paciente facilita los estudios preliminares y una guía para el proceso quirúrgico, elaborado justo a la medida. Podrá ser que en el futuro la inteligencia artificial se desarrolle al grado de poder arrojar más análisis y tomar decisiones en base a esta información, pero las decisiones intuitivas que puede tomar un humano especialista siguen teniendo la clara ventaja.

En dado caso que haya detalles anatómicos que no se hayan detectado en el análisis y guía quirúrgica, como la condición de tejidos, anatomía y densidad posterior a una extracción de dientes dañados, estará en la experiencia y criterio de la persona para hacer los ajustes durante la intervención, en caso de haber diferencias con respecto a la guía. Como analistas de tendencias futuras lo han mencionado, la incursión de nuevas tecnologías no se ve como una substitución del factor humano, sino la expansión de sus capacidades para mejorar nuestras posibilidades al tener más información, de forma rápida poder estudiar escenarios y hacer los preparativos para recuperar la calidad de vida.

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